En mi época de adolescencia entré por casualidad en un laboratorio fotográfico. El laborante se movía de aquí para allá, encendía un pequeño aparato que proyectaba una luz blanca sobre un papel, en medio de un cuarto oscuro que a penas se veía y gracias a una tenue luz roja, nos podíamos distinguir entre las sombras.
Hablábamos de temas intrascendentes, mientras mi amigo iba trabajando con su rutina. De repente, observé que introducía una hoja en blanco en una cubeta llena de líquido y.., ¡oh! ¡Sorpresa! De aquel papel blanco se vislumbraba, poco a poco, la imagen de una mujer. ¡MAGIA! “Yo quiero ser ese alquimista que fija el rostro de esa bella mujer”, me dije a mí mismo.
Empecé a estudiar fotografía. Creía que en el ámbito de la fotografía de publicidad tendría más libertad para ser más creativo y me decanté por esa especialización. Tal vez influyera que empezaba a trabajar en el departamento de publicidad de la revista Gaceta Iustrada. Era el encargado de controlar todos los originales que las agencias de publicidad enviaban a la revista para insertar los anuncios de sus clientes.
Era una gozada ver unas placas fotográficas y los displays de cartón con las indicaciones y el texto para insertar.
A pesar de mi pasión por la fotografía de estudio, en Poblenou, mi barrio, la gente concienciada e inquieta luchaba por unas condiciones de vida mejor. Un mecanismo para poder exponer todas las miserias y reivindicar soluciones era una revista de barrio, 4Qantons. Era el resultado del trabajo de un grupo de periodistas que, sacando tiempo a la familia, se dedicaba a informar y denunciar.
Allí me encontré con otro tipo de fotografía, la instantánea, el reportaje... Y descubrí lo que quería ser: Una persona que a través de la fotografía pudiese plasmar una realidad vivida en primera persona y ponerla al alcance de otras.
A lo largo del camino me he encontrado con todo tipo de personas. Gente luchadora, admirable por su forma de afrontar situaciones adversas y no perder la dignidad. Ese contacto me ha ayudado a entender la vida y ser mejor persona.
Por eso creo que he tenido mucha suerte de poder dedicarme a esta profesión. Acompañado siempre con mis cámaras y descubrir nuevas realidades para después contar con mis imágenes lo que ocurría.
Siempre he trabajado en el periodismo diario. De mi etapa como administrativo en la Gaceta Ilustrada, pasé al diario Tele/eXprés, un periódico vespertino que en aquella época lo dirigía Manel Ibáñez Escofet. Trabajar al lado de aquellos profesionales fue una escuela que ni con todo el oro del mundo hubiese podido pagar.
En 1978, cuando nació El Periódico de Catalunya, Carlos Bosch, el primer jefe de sección de fotografía en un diario, me llamó para que formara parte de su equipo. El planteamiento era muy simple: “La gente que quiera ver fotos diferentes tendrá que comprar este diario”.
Ese periodo -capitaneado por Carlos Bosch- también fue vital para mí, como una etapa formativa. Las charlas, consejos y discusiones sobre fotografía y cómo enfocar un trabajo desaparecieron con la marcha de Carlitos.
Enrique Arias y Angel Sánchez confiaron en mí y fui el encargado de llevar la sección y a los fotoperiodistas al nivel que el diario y la actualidad exigía.
El Periódico de Catalunya fue siempre el primero en tener un jefe y una sección de fotografía; incorporar el color en las imágenes como información; establecer la figura del editor gráfico, responsable del contenido de las imágenes. El resultado de ese esfuerzo derivó que muchos fotógrafos cambiásemos las cámaras por una mesa, una tarea más desconocida, a veces ingrata y poco valorada, pero no por eso menos importante y gratificante para el que la realiza.
O sea que soy un banco de imágenes ambulante... Mi vida, mis recuerdos van en paralelo con las fotos y, con cada sentimiento, una imagen se asoma en mi mente. Puede que sea por la edad, ya empieza esa época de contar batallitas, pero es mi forma de ser. Sigo pensando en esta profesión como un privilegio que he tenido, desde la adolescencia - cuando aquel rostro etéreo se me apareció- hasta hoy. Compartiendo la vida en fotos con vosotros.